Antes de darmos a semana por terminada recordamos que é neste fim de semana que se celebra o Dia dos Mortos. Os nossos colegas, professores de Espanhol, lembraram-se que esse dia tem uma comemoração especial no México onde a morte assume um significado importante. Por isso, organizaram uma pequena exposição sobre o “Día de los Muertos” naquele país de língua oficial castelhana - que todos podem visitar na Biblioteca - e enviaram-nos um pequeno texto sobre essa temática. Gracias, profesores, ¡y que lo paseis bien!
Día de los Muertos en México
Se aproximan las conmemoraciones del “Día de los Muertos”, una celebración tradicional de México, un país hispanohablante. En esta cultura, la muerte tiene un significado importante. En esos días, se cree que se consiguen acercar y reencontrar a los seres queridos ya muertos. Para eso, se construye un altar, un lugar de veneración, donde se ponen las imágenes de los difuntos de la familia. También se les dejan frutas, pan y la comida que le gustaba más. También se ponen las bebidas de su predilección que puede ser agua, cerveza o tequilla, una bebida mexicana. Esos altares son adornados con calaveras coloridas y las flores de cempasúchil, unas flores amarillas, que marcan el camino de vuelta a casa.
Este año, en nuestra biblioteca, pueden visitar un altar que el grupo de español preparó para que puedan conocer un poco más de esta tradición.
¡Vengan a visitarla!
Texto de Carla Rocha
Aquí, en Valverde del Fresno, aún celebran los niños y niñas del pueblo una tradición ancestral, reminiscencia celta, que consiste en ir de casa en casa, pidiendo "pan caliente" dicho en nuestra habla local "pan quente".
ResponderEliminarRecuerdo que hace unos 50 años, los monaguillos iban con unos cestos realizando esta misma petición y todas las castañas, nueces, membrillos, que les ofrecían los vecinos, los depositaban en los cestos de donde iban sacando a lo largo de toda la noche, para alimentarse, mientras doblaban las campanas sin descanso hasta el día siguiente, dia de los difuntos. También se hacia un pequeño fuego en el campanario de la iglesia para soportar las inclemencias del tiempo y le frío de la noche, a la vez que se utilizaba para asar las castañas.
La frase que decían los monaguillos al pedir frente a la puerta de las casas de los vecinos era: "pan quente por as ánimas da vossa gente" y las familias que salían a la puerta a entregarles algo; mientras las echaban en los cestos, respondían: "por as ánimas dos nossos doentes."